jueves, 18 de febrero de 2010

No lo vuelvo a hacer

No hay mucho que explicar, simplemente es mi tarea de Géneros Periódisticos y me gustó =D. Gracias


La noche transcurría normal. El vaso lleno de cerveza reposaba sobre su mano mientras lo aproximaba a su boca para beber el contenido de un trago. Uno, dos, tres, los vasos iban y venían como la brisa que rozaba sus mejillas.
De repente sus piernas empezaron a temblarle mientras bailaba y cantaba con júbilo la pieza que provenía del altoparlante que alcanzaba a verse al final de la escalera: You are the dancing queen, young and sweet only seventeen…you can dance, you can jive, having the time of your life uuuuh see taht girl, watch that scene, diggin’ the dancing queen.
Alguien le alcanza un nuevo vaso de cerveza –vodka, tequila, ron, brandy; en ese momento ya ignoraba el contenido- y para no variar lo bebe como si estuviera lleno de nada.
Comienza a sentir las miradas de la gente mientras sigue bailando aquella canción ‘viejita, pero bonita’ casi al mismo tiempo de comenzar a apreciar el retortijón justo en la boca del estómago. Sin pensarlo dos veces corre hacia el pasamano pensando en lo difícil que será cada uno de esos nueve escalones propiedad de la escalera de azulejo blanco que desembocan en la puerta engalanada por una hoja de papel con la leyenda ‘BAÑO’.
Sabe que será difícil, pero logra subir el primer escalón sin mayor problema. El roce con el segundo origina todo a su alrededor comience a girar y decide tomar un descanso. Con la cabeza recargada en el barandal, un sentimiento de aflicción recorre su pensamiento. El tercero y cuarto lo logra apoyándose del sexto y séptimo. Ya no pudo más.
El octavo escalón será el último que toque, pues el noveno no es más que el receptor de todo ese líquido viscoso y color rosa que le provoca el último comentario lúcido de la noche: no lo vuelvo a hacer.

miércoles, 17 de febrero de 2010

¡Épale que sabroso!

Siempre me ha gustado el jazz, pero ahora lo disfruto más. ¿Por qué?, no hay razón aparente. Podría ser la versatilidad de sus sonidos; de repente me suena a bossa nova y me dan ganas de bailar; otras veces se me hace un sonido de lo más erótico y me dan ganas de seguir bailando.

¡Qué bonito es el jazz en todas sus presentaciones! Aquí les dejo un par de videos que espero disfruten como yo lo hago ahora.
Compositora e intérprete de un jazz suave y tranquilón: Melody Gardot y sus dulces recuerdos. Seis muchachos disfrutando de su Jazz Vinil - nombre del primer disco de la banda tapatía-; Troker y su ritmo sabrosón, nomás fíjense que suave.

Malody Gardot-Sweet Memory

Troker-Fíjate que suave